Es algo demasiado simple y a la vez tan impredecible, llena huecos, esos grandes del alma. Quizás así errante, viene sin merecerse casi a propósito, intrépido con penas. Tan justo llega, suele hacerse mágico, tanto se cuida, otro tanto se marcha. Algunos dicen seguros que es el espejo del alma, ¿Qué será lo que refleja en su sentido de ausencia? Forja recuerdos, a su paso perfuma esperanza, escribe inicios y finales. Hace miserables, levanta caídos, se alimenta de negación, muere cuando se abre el alma. Constante paradoja fuerte, eterno solo por instantes. Como una estrella es guía, es luz, y mientras más brilla, más se va apagando.