Balada para los inocentes
Para mi gran amiga Julia, así toma distancia con gracia de algunas penas. Te vi y te busqué, pusimos postre, prometiste prominente y en la plaza de la virgen allá, en el medio del continente amaste, a tu estilo ardiente. Eso es poco. Volviste y algún inocente le dió la mano a tu negación ferviente. Paso algún tiempo, y de nuevo mentiste ¡que sed la tuya! Lloraste y conseguiste un perdón muy valiente. ¡Qué es el amor si no es valentía! Eso es poco. Exclamo sorprendido, en esos días de tu ausencia prolongada, vaya a saber en tu morada cuántos secretos hirientes guardaste en la cama dónde me amaste apasionadamente. ¡Qué es el amor si no es confianza! Por supuesto que defectos, todos tienen por doquier ¿Será en los malos tiempos donde el amor tiene que florecer? También hubo poco. Dado que la culpa fue ajena al menos así lo entendiste dudaste ante los problemas y una mañana te fuiste. Que te amaron precozmente que la magia no era la misma cuántas razones tenías y el ...